Uno de los poemas más bellos que se han escrito nunca. El poema que Miguel Hernández, encarcelado tras la Guerra Civil (1936-1939) le dedica a su hijo, al que no llegó a conocer, cuando recibe una carta de su mujer en la que le dice que sólo tiene cebollas para comer ella y amamantar al niño. Joan Manuel Serrat canta el poema, al que puso música el también cantante Alberto Cortez.
De escalofrío. En clase lo hemos leído, lo hemos comentado y estudiado y además nos ha gustado mucho.
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